31 mayo, 2007

Anosognosia


¡Toma palabro! Anosognosia: no saber que uno tiene un problema bien gordo.

La palabra de hoy es cortesía de Language Log, donde lo usan para referirse concretamente a las personas que se quejan de un error lingüístico que ellos mismos cometen, parafraseo, "a menudo en la misma frase en la que expresan su resentimiento". Aunque me temo que no tengo el libro a mano, me ha recordado a un fragmento de The Adventure of English, de Melvyn Bragg, en la que un autor que abogaba por erradicar las palabras de origen latino hacía buen uso de al menos media docena de raíces latinas en el puñado de oraciones que usó para emitir su queja.

Huelga decir que no había oído esta palabra en toda mi vida, y ya venía dispuesto a compartirla con ustedes como una gran invención sin saber que ya constaba en el DRAE. Me ha encantado, porque sinceramente, ¿quién no conoce a alguien que se queja de la misma exasperante costumbre con la que tortura a los demás? En mi propia anosognosia, ¿cuántas veces habré cometido los errores de traducción de los que luego me quejo aquí?

28 mayo, 2007

El español de Cuddy

Después de haber visto los hilarantes y al mismo tiempo desquiciantes vídeos de Ellen DeGeneres practicando español, sigamos con nuestra nueva sección en la que vemos cómo lidian los extranjeros con nuestro idioma. Con ustedes, Lisa Edelstein, alias Cuddy en House:




Es un fragmento del documental House Unplugged, emitido en Cuatro. La actriz que interpreta a uno de los personajes más serios de la serie resultó ser la que más marcha lleva en el estudio de grabación. Está claro que con tanta soltura se pueden contrarrestar los pequeños errores que se nos cuelan en el discurso. Incluso los estudiantes que no estén buscando marido podrán sentirse animados.

26 mayo, 2007

La adquisición (visual) del lenguaje

Según parece todos los medios del mundo han informado sobre el último estudio sobre la adquisición del lenguaje. La idea central es que cuando una persona pasa de hablar un idioma a otro, los bebés se dan cuenta incluso si no hay sonido, sólo mirándole la cara. Los bebés de familias monolingües pierden esta habilidad antes que los bilingües.

Para ver más detalles de este fascinante estudio, lo mejor es saltarse a los intermediarios y dirigirse directamente a la primera fuente. En este caso se trata de la University of British Columbia, patrocinadora del estudio, y la revista Science, que lo ha publicado. También es verdad que en sus respectivas páginas sólo consta la nota de prensa que la mayoría de los medios están rumiando en sus noticias, así que seguramente lo mejor será ver algunos de los datos concretos en Language Log.

21 mayo, 2007

Verborragia


Para referirme a gente que no para de hablar sin decir nada importante hasta ahora usaba la expresión "incontinencia verbal", que tiene su encanto, pero a partir de ahora voy a usar una única palabra: verborragia. Suena como una espeluznante enfermedad mezcla de "verborrea" y "hemorragia".

17 mayo, 2007

El español de Ellen

En Cuida Esa Lengua ya hemos documentado un intento de Ellen Degeneres por hablar español. No sé si este vídeo que les pongo a continuación es anterior o posterior al de su programa, pero el caso es que aquí tienen a Ellen en una clase de español:




Déjenme decir que siento gran admiración por el talento cómico de Ellen y cómo lo explota sin dejar de parecer una gran profesional o una buena persona (adelante, busquen una entrevista suya con el actor que más les guste; recomiendo la de Meryl Streep), pero con toda sinceridad, espero no coincidir con ella en clase. Siendo yo el profesor, por lo menos, porque mira que tiene paciencia la señora Peña: Ellen entra en clase de español con un alegre "Bonjoooooouuur!", instala su propia lámpara en la mesa, dice que "Ellen" en español es "Shakira", se come la comida de la profesora y, en resumen, hace que en comparación con esa clase la Revolución Francesa parezca una tertulia matutina.

Bien pensado, este programa por fuerza tiene que ser posterior al breve gag del que hablamos antes. No hay manera humana de que pudieran convencer a la señora Peña para volver a trabajar con Ellen después de este circo. Sólo de pensarlo le entrarían ganas de sacarse los ojos y ponerse dos guindillas (hermosa imagen procedente de Dragon Half). Aunque los espectadores salimos ganando.

He estado pensando que esto podría ser una sección nueva pertinente y muy agradable, una recopilación de testimonios en los que diversas celebridades extranjeras hablan español. ¿No creen? Si descubren algún documento como éstos, no duden en darme un chivatazo.

14 mayo, 2007

Reloj con palabras 0.5


Entre otras cosas (como las gimnastas que desafían todas las leyes de la física y sin lugar a dudas el reloj más hermoso de la historia), la fantástica página Geekologie nos enseña un reloj que da la hora con palabras, en lugar de con números.

Es gracioso, pero la verdad es que no me gusta mucho. Parece la versión beta del otro reloj con palabras, que tiene más estilo y además se puede poner en español. Pero seguro que éste es más barato. En cualquier caso, los dos modelos tienen el inconveniente de estar restringidos a la pared o a la sobremesa del hogar. Para fabricar un modelo reloj de pulsera, habría que escribir "son las cinco menos cuarto pasadas" en letra tamaño 4. O fabricar un reloj tan ancho que a uno le llegue hasta el codo.

13 mayo, 2007

Una mala recepción

Michelle Pfeiffer ha vuelto al cine después de una ausencia de cinco años, ¿y cómo la recibimos? Destrozando el título de su nueva peli, evidentemente. Eso es lo que hemos hecho por ella.

Cuando oigo I could never be your woman, me pregunto a qué se refieren. ¿No nos estarán destripando el final? ¿Quiere decir que ella nunca podrá estar con él o sólo que nunca se considerará propiedad suya?

Cuando oigo "El novio de mi madre", la película ha pasado del drama a la comedia y además ahora parece que la protagonista será la hija.

11 mayo, 2007

¿Cómo hablamos inglés?

Acabo de descubrir KanTalk, una página dedicada al aprendizaje del inglés hablado. Los usuarios pueden grabarse a sí mismos hablando el idioma que desean practicar y recibir comentarios (con suerte, supongo) sobre su acento. También organizan charlas online para poder discutir en vivo.

A primera vista, desde luego, parece un proyecto muy interesante y bien encaminado que puede ser de provecho a muchas personas. Incluso sin participar en las actividades que anuncian, me encanta oír los diferentes acentos de la gente e ir descubriendo qué sonidos le identifican a uno como británico y qué diptongos revelan que uno es del sur de Estados Unidos.

09 mayo, 2007

Ancilar


El sustantivo no parece tener muchas aplicaciones hoy en día, cuando no hay esclavas y las criadas, si las hay, reciben otros nombres, pero el adjetivo "ancilar" me parece una bonita forma de decir "auxiliar" o "subordinado". Según he visto en Google, es el uso que le dan los pocos que introducen la palabra en sus escritos. Hay veces en las que puede venir bien darle el cariz de esclavitud a una relación de subordinación, como al hablar de los anuncios que deberían someterse al programa televisivo (y no tener la misma duración).

Con la excepción de esta breve búsqueda en Google, nunca había visto la palabra castellana en su hábitat natural. La he descubierto a través del inglés ancillary, que viene a tener el mismo significado pero que además parece poder usarse también como sustantivo, para referirse por ejemplo a los cachivaches que se usan como apoyo en una clase, como un proyector o una presentación PowerPoint.

06 mayo, 2007

Dame diez razones

Chivatazo de Itziar:

Resulta que la última película de Morgan Freeman, "Dame 10 razones", se titula en inglés 10 Items or Less. Claro, es que el personaje de Paz Vega es cajera de supermercado, de ahí la referencia a la caja rápida (por la que sólo pasan los clientes con pocos productos, para no tener que quedarse atascados detrás de la típica señora con el carro lleno que se ha comprado todo lo que se estuviera quieto o incluso que se tambaleara un poco). No he visto la película, a decir verdad, pero tengo la sospecha de que esto de las 10 razones tiene menos sentido que lo de la cola rápida, que puede sugerir a primera vista un buen número de potenciales metáforas.

Para homenajear la crueldad con la que han fusilado el título original, vamos a citar nuestras 10 razones para traducir títulos "con cuidado", en lugar de "hasta las cejas de coca":

  1. Patinadoras
  2. Dueños de bar
  3. Traficantes de armas
  4. Morgan Freeman (y también esta entrada)
  5. Héroes
  6. Ratones
  7. Magos
  8. Niños
  9. Pilotos
  10. Asesinos en serie
Ése es nuestro top 10 de malas traducciones, con los enlaces a cada entrada patrocinados por el archivo de Cuida Esa Lengua. Pero ustedes espérenme hasta que pase el verano, a ver si para el curso que viene podemos montar un top 50.

03 mayo, 2007

Corrección preventiva

Cuando despotricamos sobre lo políticamente correcto, solemos descargar nuestras frustraciones sobre los medios de comunicación y los políticos. Sin embargo, el lenguaje políticamente correcto está en todas partes, donde menos lo esperamos, y a veces es de importación. Es el caso de Diez Negritos, la famosísima novela de Agatha Christie.

En inglés, según leo en Wikipedia, el libro se tituló originalmente Ten Little Niggers. Como ya sabrán, en inglés la palabra nigger (derivada del español "negro") es increíblemente ofensiva; ya lo debía ser por entonces, porque la novela pasó a llamarse Ten Little Indians o And Then There Were None. Al final ha cuajado este último.

Lo curioso es que este baile de títulos ha empezado a filtrarse también al español: junto al Diez Negritos original hay una edición llamada "Y no quedó ninguno". No creo recordar ninguna polémica sobre el título español, así que supongo que la única razón de su modificación es la imitación del inglés. Quizá sea una especie de corrección preventiva, si se me permite acuñar el término (y extender así esta entrada por tres de las cinco categorías del blog, ya de paso).

El caso es discutible por varias razones. Primero, habría que decidir si "negritos" es muy ofensivo para el público hispanohablante. Segundo, habría que decidir si una palabra ofensiva sigue siendo ofensiva cuando se escribió hace muchísimos años, cuando la carga semántica con toda probabilidad era diferente a la que tendría ahora.

Por último, también llama la atención que el nuevo título se está comiendo al primero. Aunque en la edición arriba mencionada los dos títulos comparten cartel, al parecer el videojuego sólo tiene la traducción del título inglés. Corrección depredadora.

01 mayo, 2007

El cerebro femenino

Leer el artículo que publicó Carmen Posadas en El Semanal de este domingo es como ver un estrepitoso accidente de coche a cámara lenta. Es una metáfora que ya he usado antes, perdonen las molestias.

Justo cuando parece que vamos a leer otro artículo inane sobre la guerra de sexos, va la autora y se estrella contra una farola lenta y dolorosamente. La joya viene al principio:

De hecho, utilizamos 20.000 palabras por día y los hombres, apenas 7.000. Hasta aquí todos los expertos están de acuerdo, pero...

Estimada señora Posadas:

No es que su afirmación de que "todos los expertos están de acuerdo" sea incorrecta. Es que, en realidad, ningún experto está de acuerdo. Ninguno.

Aunque Language Log es el mejor sitio para enterarse de la sinvergüenza de la doctora Brizendine, les haré un resumen de lo que a su vez se resume en el artículo que acabo de enlazar. No hay absolutamente ningún estudio en el que consten las cifras que esgrime Brizendine. Es más, los pocos estudios fiables que hay sobre el recuento de palabras masculinas y femeninas dicen que o bien los hombres y las mujeres usan el mismo número de palabras, o bien que son los hombres los que usan un número ligera e imperceptiblemente superior de palabras.

Ya es bastante triste que periodistas y articulistas que deberían tener una mínima costumbre de verificar sus datos se crean a pies juntillas las paparruchas discriminatorias de una doctora sensacionalista, pero es todavía más sangrante cuando tenemos en cuenta que en El País Semanal, como ya comentamos, informaron hace tres meses con total veracidad y rigor periodístico del fraude del libro El cerebro femenino. O sea, que tampoco había que organizar una investigación en toda regla. Bastaba con meterse en Google o leer a la competencia un fin de semana.