
Una de las razones por las que tenía tanto interés en conseguir esta novela es porque cuenta la historia de una extranjera que se va a estudiar a Londres, ciudad a la que yo mismo me voy a estudiar en septiembre. Pero lo mejor es que la novela está narrada por la estudiante china en primera persona, como si lo escribiera ella misma: en inglés macarrónico.
Me parece una idea genial, creativa y de gran interés lingüístico. La novela empieza con frases cortas, verbos mal conjugados, preposiciones incorrectas... Como hablan los no-nativos, vaya. Según avanza la novela y la protagonista estudia y aprende, su inglés va mejorando paulatinamente, hasta que al final vemos que se expresa con facilidad y fluidez.
Al contrario de lo que pueda parecer, leer una novela escrita en un inglés entrecortado y plagado de errores no se hace realmente cansino o incómodo. Al contrario, es una fuente constante de curiosidad y sorpresa. No puedo evitar pensar que tiene que ser una delicia leer el libro sabiendo chino, porque sin duda los errores gramaticales y las expresiones extrañas que cuela la autora son los que cometería un hablante nativo del chino; seguramente ha habido más reflexión detrás de las oraciones incorrectas que de las correctas. Dado que Xiaolu Guo es claramente competente con el idioma inglés, su "incorrección" es artificial, pero a fin de cuentas de eso va la literatura.
Yo me compraría el libro sólo por la portada... Es preciosa!
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