27 junio, 2012

Chufómana de nacimiento

Edward Hopper. Room in New York
Una de las posibilidades de los lenguajes es la de crear palabras. Este recurso es innato en las personas, los niños dicen freído aunque nunca lo hayan oído. Construyen los participios a partir del patrón conocido, si de partir se dice partido, de freír se dice freído, no cuentan los pobres con la cantidad de verbos irregulares que hay en castellano.

Pero los adultos, los sesudos hablantes, también hacemos eso constantemente: creamos palabras que no existen. Unas son más exitosas que otras. Uno de estos días la periodista Marta Muñoz-Calero titulaba su columna "Chufómana de nacimiento" aludiendo a lo mucho que le gusta la horchata de chufa. El término cumple una de las funciones del lenguaje y es que se entiende, en seguida nos imaginamos qué quiere decir aunque no hayamos oído nunca la palabra.

Este es el proceso por medio del cual existen palabras recientemente reconocidas por la RAE, a alguien se le ocurrió decir sociatas aunque existía socialistas o bocatas en lugar de bocadillos. Otras palabras se crean porque no hay en castellano una palabra que designe ese significado, por ejemplo bloguero, chatear o sudoku.

Hay a quien le gustaría que el lenguaje no cambiara, que fuera siempre el mismo pero para eso haría falta que el lenguaje estuviera muerto y, por fortuna, es un elemento vivo y en constante cambio.


22 junio, 2012

Chulo, pardillo, muermo

Las lenguas son como los hijos, el nuestro es el más guapo, el más listo y el más simpático. Hemos nacido hablando castellano o euskera o inglés y hacerlo es "lo más natural del mundo". Como dice el chiste "qué raros son estos ingleses que al caballo le llaman horse". Del mismo cariz es esta anécdota hebrea:

"- Papá -dice el hijo del rabino-, lo que comemos, ¿por qué se llama espaguetis?
- Veamos, mi pequeño, reflexiona un poco. ¿No es blanquecino como los espaguetis? ¿No es largo como los espaguetis? ¿No es blando como los espaguetis? Entonces, ¿cómo no llamarlos espaguetis?"*

Por eso, les recomiendo asomarse a una página que enseña español a hablantes de lengua inglesa, además de francés, alemán, italiano y japonés. Lo más curioso de esta página, lo más divertido es ver cómo se enseña español. El último post está dedicado a que los alumnos conozcan algunos insultos o como dicen ellos, "Cómo describir a la gente negativamente en español" (toma eufemismo): "Hoy vamos a ver adjetivos de carácter negativo en español. Today we will see negative Spanish character adjectives such as Chulo (Arrogant), Pardillo (Naive) and Muermo (Boring)."

Curiosos insultos, ¿no? No veo al más pacífico de los protagonistas de "The Wire" llamando a alguien chulo, pardillo o muermo, allí lo más cariñoso es motherfucker, pero evidencia que el castellano es rico en matices porque la lista continúa con pijo, carca, payaso o agarrado e informa a sus alumnos de que estos insultos los pueden oír en televisión (en USA oirían un pitido, supongo).

¿Qué pensarán de nosotros? ¿Que somos unos maleducados, además de unos bárbaros por matar toros? Quién sabe, por lo menos creo que con esto de la crisis los americanos han aprendido que España no esta en Méjico. Algo es algo.


*Yaguello, Marina: Alicia en el país del lenguaje.

19 junio, 2012

A mano

Hay palabras que dan mucho juego y mano es una de ellas. El término mano es materia prima de muchos significados: podemos tener manos de mantequilla o tener buena mano, hay quien tiene mano izquierda, quien se lava las manos, quien tiene la mano larga y también hay remedios que son mano de santo.

El dictador hace las cosas manu militari, el ladrón tiene manos de plata, algunos tienen las manos manchadas de sangre o son unos manirrotos y otros lo dejan todo en manos de los demás. A veces hace falta mano dura y otras mano de obra.

La crisis nos dejará con una mano delante y otra detrás, ojalá que no haya que atracar a mano armada ni sobornar bajo mano. Con los políticos no sabemos si estamos en buenas manos porque nos sentimos dejados de la mano de Dios. Cualquiera pide la mano de su novia en estos tiempos, puede que se vaya con las manos vacías o puede que el suegro nos pida que le echemos una mano.

Hay todavía unas cuantas expresiones más pero no quiero aburrirles, les dejo con la versión de Nacha Guevara del poema de Mario Benedetti "Tus manos".




14 junio, 2012

Entre la desesperación y la serendipia


Ayer recibí en mi correo un artículo de Ignacio Molina titulado "La integración europea entre la desesperación y la serendipia". Vaya, otra de esas palabras evocadoras que no sé qué diablos significa. Me voy a tener que replantear mis conocimientos léxicos porque llevo una temporada francamente terrible, o estupenda, según como se mire.

Serendipia es la traducción literal del inglés serendipity y significa 'encontrar algo afortunado o inesperado cuando se está buscando otra cosa'. El término fue acuñado por Horace Walpole allá por 1754 tras leer un cuento tradicional persa titulado "Los tres príncipes de Serendip", en el que los protagonistas solucionaban sus problemas a través de increíbles casualidades. ¿Y qué era Serendip? Serendip era el nombre árabe de la isla de Ceilán, actual Sri Lanka, en Tamil era Seren deevu y en sánscrito Suvarnadweepa.

A mi la palabra me recordó una película titulada así mismo "Serendipity" que vi en su día y a cuyo póster corresponde la imagen de esta entrada. Recuerdo que me llamó la atención el título pero como hay tantas películas cuyo título no se traduce, no le dí más vueltas.

Entonces no se me ocurrió buscar la traducción, pero fíjense qué curioso, Serendipity consiguió en 2004 el extraño reconocimiento otorgado por una empresa inglesa de traductores de ser una de las diez palabras más difíciles de traducir del inglés. Ahí es nada.

Pensando en el significado de serendipia me ha venido a la memoria el término chiripa, uno de cuyos significados es semejante (una casualidad favorable) y que carece de un pasado etimológico claro. ¿No les parece que pudiera provenir de serendipity? Anímense a sugerir teorías.

Para volver a la primer línea y buscar un poco de optimismo en este maremágnum de malas noticias, sepan ustedes que un final feliz es posible. Es lo que viene a decir el artículo que les menciono y que les recomiendo leer, que es posible que a partir de esta situación catastrófica, Europa encuentre un mayor reforzamiento, algo que no estaba buscando cuando todo empezó a ir mal: una serendipia. Y será de chiripa.

07 junio, 2012

Inmiscible y promiscuo

La Japonaise, 1876, Claude Monet

¿Ustedes dirían que inmiscible y promiscuo tienen algo que ver? Así a bote pronto yo diría que no, si nos fijamos con detenimiento veremos que ambas palabras comparten el grupo 'misc'. Quizás el significado nos ayude un poco. Inmiscible significa 'que no se puede mezclar', es una palabra que se usa mucho en traducciones de textos químicos para aludir a las sustancias que no se mezclan entre sí como, por ejemplo, el agua y el aceite. Me parece una palabra con un significado muy expresivo e importante, pero debo reconocer que yo no creo haberla usado nunca.

Promiscuo nos resulta mucho más familiar, todos sabemos lo que significa y la usamos más o menos a menudo. Promiscuo expresa precisamente lo contrario que inmiscible porque promiscuo es 'lo que se mezcla'.

¿Qué tienen en común? Pues nada más y nada menos que la misma raíz latina: el verbo 'miscere', que dio en castellano mezclar. Es una raíz muy fértil de la que provienen también mestizaje, mixto, miscelánea, inmiscuir y mezcolanza, además de todos los derivados de cada una de estas palabras.

Ya lo saben: hay cosas inmiscibles nada promiscuas.

05 junio, 2012

¿Niké o 'naik'?


En una visita al Museo del Louvre me di -literalmente- de bruces con "La Victoria de Samotracia". Su belleza me pilló tan desprevenida que me quedé sin aliento. ¡Cómo es posible que una escultura sin brazos y sin cabeza tenga ese porte, esa dignidad, esa perfección...! Fue uno de esos extraños instantes en los que el tiempo se suspende y parece que nadie antes en el mundo hubiera visto aquella estatua imponente hasta que uno la ve.

Esta introducción viene a cuento porque "La Victoria de Samotracia" representa a la diosa Niké, la diosa griega de la victoria. Para la mayoría del mundo mundial Nike es una marca de zapatillas y ropa deportiva, pero el emporio Nike le debe su nombre a esta diosa a la que se le atribuían excepcionales cualidades para saltar y correr a gran velocidad, además de contar con la capacidad de atraer la buena suerte.

Por todo esto deberíamos decir Niké y no "naik", pues se trata de un nombre griego y no inglés, pero les aconsejo que sigan diciendo "naik" si no quieren que les miren como a paletos y además tampoco están los tiempos para alardear de cultura helénica.

Es un nombre perfecto para una marca deportiva ¿verdad? pues hay otro también muy bueno del que les hablaré otro día.