25 marzo, 2008

Segundas Jornadas de Fotoperiodismo, nº 2


Lo que se ve en la foto es una de las ventanas de un hotel de Bloomsbury, y me llama bastante la atención. ¿Tenemos de verdad semejante refrán? Porque no pretendo de ninguna manera dar a entender que conozco todos y cada uno de los refranes de la lengua española, pero en la carrera tuvimos varias clases de fraseología, y bueno, uno se acaba encontrando con estas expresiones. Y también es verdad que no me creo a pies juntillas todo lo que me diga un myHotel que comparte local con un Yo! Sushi...

18 marzo, 2008

Segundas Jornadas de Fotoperiodismo, nº 1


Una óptica en Tottenham Court Road

Vuelve el fotoperiodismo a CEL. ¿A alguien más le hace gracia el letrero de "Eyes examined while you wait"? While you wait, mientras espera, es algo que tiene sentido en anuncios del tipo: Clothes mended while you wait. O sea, que no hace falta dejar el pantalón en la tienda un par de días para que le cojan el dobladillo, sino que lo hacen al momento.

Lo de los ojos... Por mucho que esta óptica lo anuncie como un gran chollo, me cuesta imaginar un reconocimiento médico (óptico o de lo que sea) en el que no haya que estar presente. ¿Se dejan los ojos en el mostrador? ¿Dan un recibo, por lo menos?

12 marzo, 2008

Reventando burbujas


Normalmente, cuando un japonés habla de burbujas que estallan suele referirse a la economía. Pero no siempre: también está el papel de embalar, ése con burbujas que nadie puede resistirse a reventar. En Japón parece haber un producto similar llamado プチプチ, "puchipuchi". Supongo que será una onomatopeya, con eso de los estallidos.

Ahora viene lo gracioso. Es tan popular la cosa que algunas empresas han empezado a comercializar llaveros que imitan las burbujas de marras. Ahora hasta hay una versión digital para la Wii. Claro está, para el mercado occidental ha habido que transliterar el nombre, y a pesar de que チ/ ち se pronuncia y se escribe en alfabeto latino como "chi", sigue habiendo gente que se empeña en usar la T de forma que el silabario quede bien ordenadito.

El problema está en que, al desviarse de las convenciones ortográficas, han dejado el producto más bien imposible de comercializar en países hispanohablantes, por mucho que haya fans declarados del producto.

Me imagino las caras de los padres cuando los niños vinieran comentando su última compra.

03 marzo, 2008

Día 1 de la epidemia

No todos los días consigue un ciudadano anónimo diagnosticar a distancia (y desde otro país) a la redacción entera de un periódico nacional, pero por los datos que tenemos creo que ayer tenía razón.

Hoy la enfermedad neurológica degenerativa de El País ha producido otro artículo sobre traducción (¿es un récord?), pero éste mucho menos apetecible que los tres de ayer, lleno de opiniones pobremente argumentadas y un rencor que zumba en los oídos de uno desde el principio hasta el final. Viene a quejarse de todas esas lenguas nuevas que entran en la Unión Europea, porque reducen el poder del español. Qué sorpresa. Qué inesperado, ver la diversidad lingüística criticada cuando implica reducir la presencia del idioma que uno habla. Cuando se trata de que el inglés haga sitio al español, eso sí, en EE.UU. por ejemplo, entonces se les llenará la boca con la diversidad.

¿De verdad es tanta tragedia que haya que contratar más traductores? Por un lado se crea empleo, y por el otro cada país puede disfrutar de su derecho de leer las leyes que tiene que cumplir en su propio idioma. Porque lo que está claro es que como nuestros políticos tengan que seguir las directrices europeas en inglés acabamos con la Tercera Guerra Mundial.

02 marzo, 2008

Domingo de traducciones

Hoy en El País: se rumorea que los traductores son una raza de personas cuya existencia no es, después de todo, enteramente mítica. ¡Existen! Y no sólo en un artículo, sino en tres. Primero viene un fragmento del último libro de Umberto Eco, Decir casi lo mismo, y luego un artículo de su traductora.

Habrá quien se sienta decepcionado por el descargo de responsabilidad de Eco en la introducción de su libro, en el que renuncia a cualquier intento de hacer teoría de la traducción, pero yo lo encuentro refrescante. Hablar de la traducción cómo una práctica, sin más, sin tener que avergonzarse y sin tener necesariamente que ser un académico, es naturalizarla y normalizarla.

Pero todavía me falta llegar al tercer artículo sobre traducción de este domingo: el de Elvira Lindo, un efusivo elogio a la traductora de Vida y destino. Los comentarios como éste son los que nos animan no sólo a seguir siendo traductores, sino a seguir mejorando como tales.

No sé qué ha pasado en la redacción de El País para que en un solo día hablen tanto de la traducción y sus seguidores; yo digo que un tipo de hongo alucinógeno ha liberado sus esporas en los conductos de ventilación de la redacción, dando paso a un sentimiento generalizado de veneración a la cultura, antes de acabar la semana que viene en un demente frenesí por etiquetar fotos humorísticas de gatos o "lolcats". Sea lo que sea, ¡me parece estupendo!