26 junio, 2007

Yotsuba

En la serie de conferencias sobre la enseñanza del Español como Lengua Extranjera del Instituto Cervantes nos hablaron del mogollón de cosas que el profesor puede llevar al aula. Se puede enseñar español con películas, series de televisión, canciones, libros... Pero nadie nos dijo nada de los cómics.

Me parece extraño, porque con el cómic adecuado se puede practicar el idioma de una manera espléndida. Según mi experiencia el mejor de todos es Yotsuba, de Kiyohiko Azuma. Es desternillante y brillante a partes iguales, pero es especialmente útil para extranjeros. Les he dado el primer volumen a tres o cuatro angloparlantes, y todos han estado de acuerdo en que se entendía relativamente fácil y que era divertido de por sí. Sé que tienen razón, porque yo me he leído todos los tomos de よつばと! que hay en el japonés original: puedo atestiguar que para un estudiante extranjero resulta fácil de entender e interesante al mismo tiempo (dos cosas que son muy difíciles de combinar en el aula).

Lo que hace que Yotsuba sea tan fácil de leer es lo que debería tener todo cómic empleado para enseñar el idioma a un nivel elemental o intermedio:

  • En primer lugar, es realista: transcurre hoy en día y en nuestra sociedad normal. Las historias fantásticas o de ciencia ficción siempre tienen una gran cantidad de vocabulario técnico o específico, que puede resultar difícil de entender y de poca utilidad para el estudiante. Intenté empezar a leer un cómic sobre un panadero, pero madre mía, mi japonés no da para levaduras y fermentos.
  • Es comedia: las historias graciosas son más fáciles de entender en un idioma extranjero que las dramáticas, porque las bromas suelen limitar los diálogos a situaciones breves. Además, los comentarios de los personajes suelen hacer referencia a lo que aparece dibujado, lo que puede llenar las lagunas que produzca el texto.
  • Es coloquial, que no maleducado: éste es un aspecto importante. Mucha gente recela del registro en el que hablan en los mangas por miedo a sonar maleducados y ofender a alguien. Un cómic familiar como Yotsuba (o Azumanga, para el caso, que además también es del señor Azuma) no ofrece problema, porque gracias a una excelente traducción el español que hablan sus personajes es coloquial e informal, pero nunca realmente maleducado.
Todo esto lo he venido pensando por mi propia experiencia como estudiante de japonés, pero me ha servido para saber exactamente por lo que pasan también los estudiantes de español. Hoy mismo he estado leyendo el primer capítulo del primer tomo de Yotsuba con dos niños estadounidenses de 10 y 13 años de edad. El mayor se había comprado un tebeo de Batman, mientras que "el de la niña rara" era para el pequeño, pero a los cinco minutos los dos se estaban riendo con las rarezas de Yotsuba. Y lo más maleducado que han aprendido a decir ha sido "Eres un jetas". Será que no es español de verdad.

19 junio, 2007

Pulverulento


El plato de hoy es una forma diferente de decir "en polvo" o "polvoriento".

Se van a creer que me tiro horas pasando las hojas del diccionario para ver qué palabra rara encuentro esta semana, pero les aseguro firmemente que todas y cada una de las palabras de la sección Renacimiento las he encontrado en su hábitat natural, siendo usadas sin trampa ni cartón. "Verborragia", por ejemplo, surgió en una de las conferencias del Instituto Cervantes. "Anosognosia" apareció en Language Log. La de hoy la descubrí en un manual de seguridad laboral que he estado traduciendo (y del que he aprendido que todo, todo prende fuego. Estoy por comprarme un extintor de bolsillo). No hace falta ponerse a buscar palabras raras e interesantes en un diccionario, aparecen por sí solas.

16 junio, 2007

La universidad virtual

Que levante la mano el que alguna vez ha soñado con asistir a una clase de lingüística en el MIT. Yo no contesto porque entonces tendría que seguir tecleando con una sola mano.

Ahora este sueño está algo más cerca de hacerse realidad gracias a iTunes U[niversity], una nueva sección de la tienda de iTunes que permite descargarse clases, conferencias y demás grabaciones que cedan las universidades que quieran.

No he podido probar el invento personalmente, porque con la conexión que tengo acabaría antes yendo a EE.UU. en piragua y cursando el doctorado allí mismo (y ni siquiera exagero), pero como espectador me parece una idea excelente. Compartir información es el ideal de Internet, y las aulas de una universidad son un buen sitio para encontrar información. Aparte de la mera sed de conocimientos, poder descargarse clases tiene que ser muy práctico para estudiantes que se pregunten si merece la pena matricularse en una asignatura en lugar de otra, por ejemplo.

Y luego está el orgullo de poder decir que uno sabe lo que están enseñando en la otra punta del mundo.

14 junio, 2007

Para terminar de arreglarlo...

¡No somos los únicos que nos preocupamos por las pésimas traducciones de los títulos de películas! Ayer, el diario Metro publicaba un artículo sobre las salvajadas que se cometen en este ámbito de la traducción.

Aparte de dar unos cuantos ejemplos (tarea poco digna de elogio, ¡porque hay tantos...!), el redactor se ha molestado en preguntar por el proceso a las distribuidoras. El testimonio de las mismas, por desgracia, no es más que morralla publicitaria. Por un lado es una burda mentira que el título se elabore según el público, porque me niego a creer que "Soñando soñando... triunfé patinando" nos atraiga a los españoles a un nivel espiritual más intenso que "La princesa del hielo". Por otro lado, el que participe toda una reunión ejecutiva de gente en estas atrocidades no es algo positivo, es chocante y triste. O sea, no se lo pierdan, las malas traducciones no son obra de la desgana y la falta de esfuerzo, son premeditadas y colectivas. Pues sí que vamos bien.

08 junio, 2007

Sesión continua

Ya llevo casi una semana entera sin ir al cine y ya me está entrando mono. Mientras perdemos el tiempo, los proyectores de nuestras salas de cine arden con el celuloide de títulos mal traducidos. Vamos a tener que meter doble turno o algo así para repasarlos todos.

Empecemos con Blood and Chocolate, que se ha convertido en "La marca del lobo". En este caso la rutinaria pérdida de interés que las distribuidoras infligen sobre las películas al cambiarles el nombre puede ser algo bueno, porque he oído que ésta es de las malas. Y lo digo con todo respeto por las familias de licántropos que no tienen presupuesto para disfrutar de secuencias de transformación.

Luego está Chromophobia, un caso más alarmante. Aquí tenemos un título de raíz griega que resulta automática y perfectamente reconocible para los hispanohablantes. Se cambia la ortografía para obtener "Cromofobia", y ya está. Pues no, el filme (que para más inri es de 2005, no se lo pierdan; si las películas tuvieran fecha de caducidad ver ésta nos daría una indigestión) se llama en nuestras pantallas "Alta Sociedad".

Catch and Release, por su parte, es "A vueltas con la vida". Me pregunto si la referencia deportiva del título original habrá originado las "vueltas" del español". También me pregunto si les estaré dando demasiado crédito a los empresarios anónimos al buscar razones para sus títulos.

No se pierdan tampoco A guide to Recognizing Your Saints. Ya hemos hablado aquí de una de las razones válidas para mutilar títulos: los nombres extranjeros que pueden no significar nada para nosotros. Tomen por ejemplo The Prize Winner of Defiance, Ohio, otra peli del 2005 que está hoy en nuestros cines correctamente titulada "La ganadora". Incluso sabiendo que Ohio es uno de los Estados Unidos, no tenemos las asociaciones con las que podía contar el título. Pues nada, la peli de Robert Downey Jr. se llama aquí "Memorias de Queens". Éste es un caso de un título perfectamente comprensible (especialmente para una cultura con santoral) al que no se le quitan, se le añaden los nombres extranjeros.

Ya ven cuánto material. Y todo esto sola y exclusivamente por lo que respecta a las películas que ahora mismo están en cartel. Una cosa está clara: señoras y señores, no sabemos lo que vemos. Por lo menos, no sabemos cómo lo bautizaron sus creadores, los únicos que tendrían que tomar esa decisión.

Menos mal que los empresarios locales sólo pueden traducir los títulos. Si también pudieran mangonear películas, la reflexiva y fascinante Half Nelson igual se habría convertido en en un musical setentero.

05 junio, 2007

Pragmática

Este fin de semana he asistido a una conferencia sobre la pragmática en la enseñanza del español como lengua extranjera (ELE, para entendernos). La pragmática, que se nos define como estudio del contexto de una conversación o cualquier otro acto de comunicación, se encarga (por lo que he podido colegir, corríjanme si me equivoco) de relacionar los elementos puramente lingüísticos con el contexto cultural en el que éstos se desarrollan.

Es evidente que a la hora de enseñar una segunda lengua hay que tener consideraciones pragmáticas. Creo que es necesario decirle a una chica extranjera que el dependiente de la frutería no la está acosando si le dice "Toma el cambio, guapa", del mismo modo que es necesario que sepamos que si nos vamos a China y le estampamos dos besos a un amigo que nos presentan, pues nos mirarán raro. Son diferencias culturales ligadas al aprendizaje de la lengua de las que hay que ser consciente para un uso óptimo de la misma.

Pero es que hay quien se pasa tres pueblos. En la conferencia vimos, en resumen, que hay que enseñar a los estudiantes no hispanos que en los países hispanohablantes se llega media hora tarde a todas partes, somos todos maleducados e interrumpimos continuamente... Observen este ejercicio:

2. En un curso de español, un estudiante japonés reaccionó de este modo ante el enunciado:
—¿Sabes? Me he encontrado 20€ por la calle.
—¿Y adónde los has llevado?
Analiza su respuesta y cómo le explicarías cuál sería una respuesta adecuada en español.

En Japón la gente no acostumbra a coger dinero que se encuentran en la calle; aquí, especialmente con cantidades pequeñas, lo cogemos. A pesar de no haber datos estadísticos verificables, solemos dar por válida esta diferencia cultural. Pero este ejercicio dice que la respuesta japonesa no es "adecuada" en español, porque aquí no somos nada civilizados. Evidentemente, según la autora del material la respuesta adecuada a "Me he encontrado 20€" en español del bueno sería "Dámelos o te rajo".

Pero hay más, no se lo pierdan:

4. Dos italianos que aprenden ELE realizan una simulación en la que hablan por teléfono, y dicen:
A: Dígame.
B: Buenos días. Soy Mario. ¿Podría hablar con Pedro, por favor?
A: Sí, un momento.
¿Qué observación realizarías como profesor?

Según nos dijo la ponente, tendríamos que corregirle al alumno italiano porque está siendo demasiado educado. Ante eso sólo puedo decir: venga ya. Es directamente cruel y desalmado coger a un estudiante agradable, amable y educado para adaptarlo a un estereotipo vil y descortés que ni siquiera se corresponde con la realidad. Una cosa es advertir a los estudiantes de diferencias culturales reales y verificables (como los dos besos de saludo), pero otra cosa muy diferente es tergiversar y retorcer la misma manera de ser de una persona, como si efectivamente fuera exclusivamente el producto de su cultura.

Ahora es cuando debería despedirme hasta la próxima entrada (creo que va a ser una palabra rara, aunque también tengo ganas de actualizar Lost In Translation), pero como estoy escribiendo en español, pues sólo debería soltar un "Que os den", supongo. Si hace falta pasarse al japonés para despedirse con educación, pues じゃあ、またね。