26 mayo, 2012

Apadrine una palabra


Reserva de palabras es una página que se dedica a rescatar y mantener vivas palabras que ya no se usan. Esta web cuenta con la participación de más de 20.000 personas de 69 países diferentes y tiene una iniciativa gemela en catalán: Reserva de paraules.

¿Cómo lo hacen? Los internautas proponen una palabra, algún término que consideren en vías de extinción, una voz que resuene en su memoria como uno de esos olores que de repente abren todo un mundo de recuerdos, y sugieren su apadrinamiento para que su uso no se pierda.

Reserva de palabras tiene un ranking con las voces más apadrinadas. ¿Saben ustedes cuál es la primera?: Bochinche, ¿saben cuál es la que más me gusta a mi de esa lista?: Zangolotino. Una palabra preciosa, caída en desuso (aunque no sé si alguna vez se usó mucho) y que me parece insustituible y muy descriptiva.

Javier Cercas habla de la palabra en este texto:

"La única vez que he oído pronunciar esta palabra fue en una película, "Viaje a ninguna parte", de Fernando Fernán Gómez. Se la dice José Sacristán a Gabino Diego, que en la ficción es su hijo adolescente, y que la encaja como un peso mosca dispuesto a morir de pie; no es exactamente un insulto pero, si no recuerdo mal, Sacristán la dice como un insulto (o como un insulto compasivo) y así la encaja. Sin embargo, la Real Academia afirma que un zangolotino es solo un muchacho que quiere hacerse pasar por niño. Nadie usa ya la palabra (al menos con esa acepción); además, carece de sinónimo. Pero no es cierto que las palabras creen la realidad, porque el mundo sigue estando lleno de zangolotinos (de hecho no hay joven o adolescente que, a lo largo del día, no sea un zangolotino), solo que no sabemos cómo llamarlos. Padres y madres de adolescentes: el asesinato no es la solución; la compasión, sí: no son más que unos zangolotinos."

Utilícenla, seguro que tienen alguien a su alrededor que es un zangolotino.


24 mayo, 2012

Oír / Escuchar


A veces, los escogidos lectores que tiene una le hacen una petición o le sugieren un tema. Esta entrada está especialmente dedicada a Marisa.

"Más que recuperar una palabra me conformo con que no se pierda definitivamente la distinción entre "oír" y "escuchar". Ya nadie oye, todo el mundo escucha. Lo cual podría estar bien, si no fuera porque "escuchar" ya no significa prestar atención a lo que se oye, sino simplemente percibir sonidos con el tímpano. Así escucha, por ejemplo, Eduardo Zaplana. Si recuperáramos esta distinción, y con ella el antiguo significado del verbo "escuchar", igual nos volvíamos más comprensivos con los argumentos que expresan los demás."

Antonio Orejudo, escritor español, autor de Ventajas de viajar en tren.

21 mayo, 2012

¿Por qué aprendiste euskera?


 George Henry Borrow fue un personaje muy curioso. Aunque nunca llegó a terminar la carrera de Filología fue capaz de traducir treinta y cinco lenguas y numerosos dialectos. Era un apasionado del lenguaje y un feroz defensor de la propagación de la Biblia. En uno de sus numerosos viajes recaló en España y en un libro titulado La Biblia en España escribe lo siguiente sobre el euskera:

"Hay muy pocos alicientes para el estudio de esta lengua. En primer lugar, su adquisición es completamente innecesaria, aun para los que residen en el territorio donde se habla, porque la generalidad entiende el español en las provincias vascas pertenecientes a España y el francés en las pertenecientes a Francia. En segundo lugar, ninguno de sus dialectos posee una literatura propia que recompense el trabajo de aprenderlo. Existen algunos libros en vasco pero son exclusivamente libros de devoción papista y en su mayoría traducciones".

Curiosa opinión para alguien que se molestó en aprender esta 'lengua innecesaria' en la que escribió un Evangelio de San Lucas, no fuera a ser que, a pesar de los pesares, los vascos se inclinaran a leer a la competencia.

Si alguien está interesado en este filólogo-viajero-hispanista-difusor de biblias protestantes puede unirse a su grupo en Facebook.

18 mayo, 2012

No censurar, no zaherir...



"Aprendí de Alejandro el gramático, el no censurar; no zaherir a quienes se les fue un barbarismo, un solecismo o cualquier viciosa pronunciación; sino anunciar con maña aquella única palabra que convenía proferir, bajo la forma de una respuesta, de una confirmación o de una deliberación sobre el fondo mismo, no sobre la forma, o por otro medio apropiado de hábil sugerencia."

Marco Aurelio, Meditaciones.

15 mayo, 2012

Dando nombre a 900 millones de caras


Facebook -el libro de las caras- una de las palabras más utilizadas en el mundo mundial, tiene origen latino, sí, sí, como lo oyen ustedes.

Face proviene de la raíz latina faz que significaba 'rostro, cara, aspecto' (y sigue significando). Es curioso que en castellano para designar el rostro haya prevalecido el término cara y que sin embargo, tengamos tantos derivados de la raíz faz (que en la Edad Media se pronunciaba haz) como por ejemplo facial, fachada, desfachatez, faceta, antifaz y aun superficie o superficial. Incluso una preposición tan importante y tan usada como hacia se deriva de la expresión face a, de cara a.

Ya lo saben ustedes, cuando quieran presumir de idioma pueden afirmar sin cortarse un pelo que el famosísimo Facebook, debe una parte de su nombre a una fértil raíz latina.


* La inspiración de esta entrada se la debo al profesor José Enrique Gargallo.

09 mayo, 2012

Iñaki Urdangarín: ¡La Ortografía importa!


No es que pretenda hacer leña del árbol caído, pero este blog me parece el sitio adecuado para recalcar algo que hasta ahora no he oído en los medios: ¿Iñaki Urdangarín no sabe escribir sin faltas de ortografía?

Y no me refiero a los signos de puntuación, que están diseminados por sus correos al buen tuntún, o a ese "asegurémonos de que el equipo de la reunión le reporta", ni al  "porque sino queda extraño" o a la falta de acentos en los pronombres relativos... que al final una se va acostumbrando a todo, pero "a recibido" es muy, muy fuerte. Esa es la gota que colma el vaso y que nos da la medida exacta de la cultura del Duque de Palma.

A ver cómo se las arreglan los maestros para explicarles a los alumnos que la ortografía importa, si puede uno casarse con la Infanta y trabajar y relacionarse al más alto nivel sin saber escribir sin faltas.

02 mayo, 2012

De cómo no llamar a las cosas por su nombre

Los eufemismos, o la manera de no llamar a las cosas por su nombre, son un fenómeno lingüístico de plena actualidad porque las palabras son un arma cargada de significado.

La guerra es un conflicto de violencia generalizada, los bombardeos son incursiones y las víctimas civiles, daños colaterales. Eufemismo donde los haya, el genocidio es limpieza étnica, que suena mucho mejor todavía porque suena a limpio. De los terroristas cuando no nos atrevíamos a llamarles así, decíamos que eran independentistas y aun que llevaban a cabo una lucha armada, la extorsión era un impuesto revolucionario, una especie de IRPF para empresarios, y el terrorismo aun hoy en día es el conflicto.

Lo políticamente correcto nos dice que los viejos son personas de la tercera edad, los gordos no son tales sino que tienen un problema de peso o tienen curvas, los ciegos son invidentes, los cocineros son restauradores (¿qué tendrá de malo ser cocinero?) y el que dimite pone su cargo a disposición de. El aborto es una interrupción de la maternidad, el cáncer una larga enfermedad, el muerto nos ha dejado o ha pasado a mejor vida, los moribundos son enfermos terminales y los locos, enfermos mentales.

El paro es una evolución negativa de la tasa de ocupación y el despido una flexibilización de la plantilla. Una bajada de sueldos es una devaluación competitiva de los salarios, la crisis es una desaceleración y los recortes, son solo ajustes.

El premio en esto de los eufemismos en tiempos de crisis se lo lleva Cataluña, donde al copago sanitario pretendieron llamarle ticket moderador sanitario, para que luego digan que los funcionarios son personas carentes de imaginación.

* Viñeta de El Roto, naturalmente.