17 noviembre, 2006

Cuida Esa Lengua responde

En la entrada anterior, Ludwig pregunta por uno de los palabros que se me colaron. La intención de este blog es precisamente demostrar que el interés por la lengua es universal, así que si vuelvo a infrigir mis propias normas, no duden en recordármelo. La variación diastrática, al caso, es la relativa al nivel social del hablante. Si la variación regional son las diferencias entre el castellano de un catalán y el de un gallego, la diastrática es la que hay entre el habla de una persona de clase baja y sin educación formal y el de un adinerado licenciado universitario. En lo que respecta a la entrada anterior, uno de los entrevistados se quejaba precisamente de que esa variación está empezando a desaparecer, que cada vez importa menos qué nicho de la sociedad ocupe uno.

Sobre el famoso "todos y todas" que se escucha principalmente en boca de algunos políticos (o políticas), admito abiertamente ser partidario incondicional del "todos" único. La cosa (o el acoso) es que, en morfología, hay otra manera de llamar al género masculino y femenino: género marcado y no marcado. Eso quiere decir que "todas" tiene marca, tiene una banderita que nos la señala como una palabra femenina. No es que "todos", estrictamente, sea masculino, sino que no tiene marca. Evidentemente, si "gato" no tiene marca de femenino es evidente que va a ser un gato macho, pero en casos más engañosos como "todos" la palabra no nos está diciendo que el público consista enteramente de hombres, sino que no consiste enteramente de mujeres.

El uso constante de los dos géneros, como ya dicen muchos articulistas que se han pronunciado al respecto, lo único que conseguirá es debilitar las frases en las que la distinción sí que tenga sentido. Por ejemplo: "En mi colegio los niños y las niñas llevan pantalones". En este caso usamos el masculino y el femenino, con razón, porque queremos distinguir expresamente que el uniforme del colegio no obliga a las niñas a llevar falda. Por el contrario, si estamos acostumbrados a utilizar el "vascos y vascas", no nos daremos cuenta: para nosotros "niños y niñas" será una única palabra sin género aparente, así que para enfatizar la distinción tendremos que alargar la frase con "tanto... como...".

Lo de la arroba todavía es peor, porque ni siquiera es una letra, sino un signo extralingüístico. Además, como suele decir uno de nuestros profesores, por mucho que digas tod@s para intentar ser equitativo, la A sigue estando encerrada dentro de la O...

5 comentarios:

Alfredo Díaz dijo...

la hortojrafiá si importa mushisimo

por eso la devemos cuidar en demasiá

sin ella nos llebaria al infierno

por eso tu cuida tu hortografía

Anónimo dijo...

madre mia mart, q exito!

Anónimo dijo...

Lo más probable es que esté equivocada, pero al leer tu comentario me ha sonado mal el "...que el público consista enteramente DE hombres". Yo hubiera dicho "consista enteramente EN hombres".
En ese contexto y para ese significado el verbo sería "consistir en" no crees? espero tu explicación.

Anónimo dijo...

De pequeño me decían: nunca te acostarás sin saber una cosa nueva. De mayor, añadían:... y sin que se te olviden dos. El problema es que llevaba varios días con déficit, esto es, que me acostaba sin haber aprendido nada y habiéndoseme olvidado algo. Hoy, gracias a tu explicación, equilibro la tendencia. Me ha parecido muy interesante la que me brindas, y también los comentarios que expones sobre el todos-todas. La verdad es que, leyéndote, cobra más interés la lingüística. Felicidades por el blog.

Mart dijo...

Pues sí, hay que decir "consiste en". Es uno de los poquísimos artículos del Panhispánico que se atreven a ofrecer una norma sólida y sin fisuras.

Podría borrar ese comentario y editar la entrada para que nunca nadie sepa que he metido la pata, pero no lo haré porque tengo principios. O pereza.