El cerebro femenino
Leer el artículo que publicó Carmen Posadas en El Semanal de este domingo es como ver un estrepitoso accidente de coche a cámara lenta. Es una metáfora que ya he usado antes, perdonen las molestias.
Justo cuando parece que vamos a leer otro artículo inane sobre la guerra de sexos, va la autora y se estrella contra una farola lenta y dolorosamente. La joya viene al principio:
De hecho, utilizamos 20.000 palabras por día y los hombres, apenas 7.000. Hasta aquí todos los expertos están de acuerdo, pero...
Estimada señora Posadas:
No es que su afirmación de que "todos los expertos están de acuerdo" sea incorrecta. Es que, en realidad, ningún experto está de acuerdo. Ninguno.
Aunque Language Log es el mejor sitio para enterarse de la sinvergüenza de la doctora Brizendine, les haré un resumen de lo que a su vez se resume en el artículo que acabo de enlazar. No hay absolutamente ningún estudio en el que consten las cifras que esgrime Brizendine. Es más, los pocos estudios fiables que hay sobre el recuento de palabras masculinas y femeninas dicen que o bien los hombres y las mujeres usan el mismo número de palabras, o bien que son los hombres los que usan un número ligera e imperceptiblemente superior de palabras.
Ya es bastante triste que periodistas y articulistas que deberían tener una mínima costumbre de verificar sus datos se crean a pies juntillas las paparruchas discriminatorias de una doctora sensacionalista, pero es todavía más sangrante cuando tenemos en cuenta que en El País Semanal, como ya comentamos, informaron hace tres meses con total veracidad y rigor periodístico del fraude del libro El cerebro femenino. O sea, que tampoco había que organizar una investigación en toda regla. Bastaba con meterse en Google o leer a la competencia un fin de semana.
4 comentarios:
Muy sorprendida me he quedado al mirar y leer este blog. Me ha gustado, porque, desde hace muchos años -no quiero asustarle-, soy profesora de Lengua Española (Lda. en Filología Románica, Dra. en Hispánica, escritora, poeta..., más o menos) y yo, como Ud., tengo verdadera obsesión con la oleada de barbarie lingüística que oímos y leemos todos los días, por todas partes; sobre todo, en los torpes medios de comunicación, estos sayones del Poder... ¡Qué pena!
Por cierto, ya que, como Ud. mismo indica -y con mucho énfasis-, "la ortografía importa", ¿por qué no pone el signo exclamativo de apertura en el título de su blog? ¡Cuida esa lengua! Un cordial saludo.
Alguien debería hacerselo saber a la Sra. Posadas para que no vuelva a cometer este fallo tan garrafal. ¿Hay alguien ahí fuera que pueda hacerlo?
Muchísimas gracias por los ánimos y la voz de la experiencia. Si tiene denuncias que hacer, no dude en darme un chivatazo. Aunque como mero estudiante tampoco tengo intención de erigirme en policía de nadie (porque los lingüistas tampoco están para eso, por mucho que la gente lo piense), todo es potencialmente digno de estudio.
Sobre el signo de exclamación inicial, ahí lo tiene. Cuando creé el blog la versión beta de esta página no se llevaba muy bien con acentos y demás, así que preferí no arriesgarme a poner caracteres no universales en el título. Ahora parece que funciona...
Que bueno, amig@. Gracias por poner a Posadas en su lugar... Saludos!
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