05 junio, 2007

Pragmática

Este fin de semana he asistido a una conferencia sobre la pragmática en la enseñanza del español como lengua extranjera (ELE, para entendernos). La pragmática, que se nos define como estudio del contexto de una conversación o cualquier otro acto de comunicación, se encarga (por lo que he podido colegir, corríjanme si me equivoco) de relacionar los elementos puramente lingüísticos con el contexto cultural en el que éstos se desarrollan.

Es evidente que a la hora de enseñar una segunda lengua hay que tener consideraciones pragmáticas. Creo que es necesario decirle a una chica extranjera que el dependiente de la frutería no la está acosando si le dice "Toma el cambio, guapa", del mismo modo que es necesario que sepamos que si nos vamos a China y le estampamos dos besos a un amigo que nos presentan, pues nos mirarán raro. Son diferencias culturales ligadas al aprendizaje de la lengua de las que hay que ser consciente para un uso óptimo de la misma.

Pero es que hay quien se pasa tres pueblos. En la conferencia vimos, en resumen, que hay que enseñar a los estudiantes no hispanos que en los países hispanohablantes se llega media hora tarde a todas partes, somos todos maleducados e interrumpimos continuamente... Observen este ejercicio:

2. En un curso de español, un estudiante japonés reaccionó de este modo ante el enunciado:
—¿Sabes? Me he encontrado 20€ por la calle.
—¿Y adónde los has llevado?
Analiza su respuesta y cómo le explicarías cuál sería una respuesta adecuada en español.

En Japón la gente no acostumbra a coger dinero que se encuentran en la calle; aquí, especialmente con cantidades pequeñas, lo cogemos. A pesar de no haber datos estadísticos verificables, solemos dar por válida esta diferencia cultural. Pero este ejercicio dice que la respuesta japonesa no es "adecuada" en español, porque aquí no somos nada civilizados. Evidentemente, según la autora del material la respuesta adecuada a "Me he encontrado 20€" en español del bueno sería "Dámelos o te rajo".

Pero hay más, no se lo pierdan:

4. Dos italianos que aprenden ELE realizan una simulación en la que hablan por teléfono, y dicen:
A: Dígame.
B: Buenos días. Soy Mario. ¿Podría hablar con Pedro, por favor?
A: Sí, un momento.
¿Qué observación realizarías como profesor?

Según nos dijo la ponente, tendríamos que corregirle al alumno italiano porque está siendo demasiado educado. Ante eso sólo puedo decir: venga ya. Es directamente cruel y desalmado coger a un estudiante agradable, amable y educado para adaptarlo a un estereotipo vil y descortés que ni siquiera se corresponde con la realidad. Una cosa es advertir a los estudiantes de diferencias culturales reales y verificables (como los dos besos de saludo), pero otra cosa muy diferente es tergiversar y retorcer la misma manera de ser de una persona, como si efectivamente fuera exclusivamente el producto de su cultura.

Ahora es cuando debería despedirme hasta la próxima entrada (creo que va a ser una palabra rara, aunque también tengo ganas de actualizar Lost In Translation), pero como estoy escribiendo en español, pues sólo debería soltar un "Que os den", supongo. Si hace falta pasarse al japonés para despedirse con educación, pues じゃあ、またね。

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es bien seguro que en el aprendizaje de las lenguas es una tarea ardua llegar a dominar diferentes registros para poder cambiar según la situación...Creo que eso se debe hacer en cursos muy avanzados, sino ¡menuda confusión!
Felicidades por la página.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con esta pagina, es importantisimo considerar la pragmatica para ensenar cualquier lengua, ya que en todo lugar existiran diversos puntos de vista y culturas, si lo consideramos existiria menor indice de reprobacion.