14 agosto, 2007

Aprendiendo con Murakami

Leí Sputnik mi amor y Al sur de la frontera, al oeste del sol cuando se publicaron en castellano, pero luego tuve que centrarme casi exclusivamente en leer libros para la carrera y dejé aparcado a Haruki Murakami (entre otros), el escritor favorito de uno de mis escritores favoritos, Daniel Handler. Ahora, ya licenciado, puedo permitirme el lujo de disfrutar de Kafka en la orilla, que no me gusta tanto como Al sur de la frontera pero que está muy lejos de carecer de interés.

Lo que nos interesa es que la traductora nos regala con dos palabras curiosas. la primera es "fucilazo":



Suena a "fusilazo", hasta se puede uno imaginar la comparación entre un relámpago y la detonación de un arma, pero nada: viene de focilis petra, pedernal, siempre según el DRAE. Me encanta lo específica que es la palabra, que se refiere a los relámpagos nocturnos y lejanos.

La segunda palabra suena como si alguien estuviera haciendo gárgaras, "agaragar":



El problema es que "agaragar" no encaja en muchos contextos, y a diferencia de la palabra anterior a ésta no le veo mucho juego metafórico. Bueno, quizá me ciega la subjetividad; a lo mejor las sustancias mucilaginosas están muy de moda y no me he enterado, que también puede ser.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mí también me gustó más "Al sur de la frontera..." que "Kafka en la orilla" y mucho más aún "Tokio Blues". Pero Murakami siempre es Murakami y sus libros tienen un universo propio que te envuelve cuando los lees.